UNA VIDA RELIGIOSA ADAPTADA A LOS TIEMPOS DIFÍCILES QUE TOMA COMO MODELO, EL ÁNIMO, EL VIGOR Y LA FRESCURA DE LA IGLESIA NACIENTE...
El Carisma es un don gratuito de Dios, que no puede ser exigido ni proviene de las propias capacidades humanas (aunque pueden ayudar como soporte). Es personal, que se confiere al fundador, capacitándole para una vocación y misión peculiar en la Iglesia. Es colectivo, porque implica a otras personas que se sienten identificadas con el estilo de vida del fundador en la realización de un proyecto de vida. Es eclesial, porque se ofrece, a través del fundador y sus seguidores, a toda la Iglesia, para su crecimiento y perfeccionamiento. Es intransferible, porque Dios concede unas características únicas a aquellas personas que han de iniciar un movimiento en la iglesia.
P. Eduardo Sanz de Miguel.c.d
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El carisma está contenido en nuestro nombre "Sociedad de las Hijas del Corazón de María". Se manifiesta en una manera particular de vivir el evangelio, de integrar la tradición de la Iglesia. Se expresa y se desarrolla en una manera de vivir, una manera de estar en el mundo (Cordialidad, disponibilidad, contemplación en la misión) Nuestro carisma contiene tres aspectos fundamentales: 1. UN LLAMADO A VIVIR LO ESENCIAL
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2. CON EL VIGOR Y LA ENERGÍA DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS.
En auténtica vida fraterna, fruto de la adhesión al Señor “Un solo corazón y una sola alma”, colocando todos los bienes en común para el servicio de los hermanos, especialmente de los más necesitados. Fortalecidas por la Eucaristía y la vivencia de la Palabra.
1a C.C pg 17 |
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3. EN MEDIO DEL MUNDO:Sin hábito, sin signos distintivos, sin conventos, como fermento en la masa por nuestro testimonio de vida y nuestra acción apostólica. En continuo discernimiento para dar respuesta a las necesidades de tiempos y lugares, según las posibilidades de los grupos comunitarios y los dones de las hermanas. En disponibilidad para la misión como expresión de fidelidad a la voluntad del Padre, para hacer que "Su Reino Venga"
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